








Diego Montoya- EL QUETZAL
“Este traje representa quién soy.”
Nací en Chiapas, crecí entre montañas verdes, cielos inmensos y un orgullo que no se puede explicar con palabras. Aunque hoy vivo y entreno en la Ciudad de México, mi corazón sigue en casa.
Este traje nace de ahí… de mis raíces, de mi historia, de lo que me hizo ser quien soy.
El Quetzal, además de ser uno de los símbolos más poderosos de nuestra cultura, representa libertad. Y para mí, nadar es eso: volar dentro del agua.
El Guerrero Quetzal que ves en este diseño es un reflejo de lo que he aprendido a ser. Un luchador. Un atleta que, como el Quetzal, nunca se rinde, nunca se encierra, y sigue su vuelo sin importar la altura del reto.
Este traje va para los que entrenan con alma, para los que no se olvidan de dónde vienen, y para los que entienden que cada competencia es una batalla que se pelea con orgullo.
Gracias por llevar un pedacito de Chiapas conmigo.
– Diego Montoya
“Este traje representa quién soy.”
Nací en Chiapas, crecí entre montañas verdes, cielos inmensos y un orgullo que no se puede explicar con palabras. Aunque hoy vivo y entreno en la Ciudad de México, mi corazón sigue en casa.
Este traje nace de ahí… de mis raíces, de mi historia, de lo que me hizo ser quien soy.
El Quetzal, además de ser uno de los símbolos más poderosos de nuestra cultura, representa libertad. Y para mí, nadar es eso: volar dentro del agua.
El Guerrero Quetzal que ves en este diseño es un reflejo de lo que he aprendido a ser. Un luchador. Un atleta que, como el Quetzal, nunca se rinde, nunca se encierra, y sigue su vuelo sin importar la altura del reto.
Este traje va para los que entrenan con alma, para los que no se olvidan de dónde vienen, y para los que entienden que cada competencia es una batalla que se pelea con orgullo.
Gracias por llevar un pedacito de Chiapas conmigo.
– Diego Montoya
“Este traje representa quién soy.”
Nací en Chiapas, crecí entre montañas verdes, cielos inmensos y un orgullo que no se puede explicar con palabras. Aunque hoy vivo y entreno en la Ciudad de México, mi corazón sigue en casa.
Este traje nace de ahí… de mis raíces, de mi historia, de lo que me hizo ser quien soy.
El Quetzal, además de ser uno de los símbolos más poderosos de nuestra cultura, representa libertad. Y para mí, nadar es eso: volar dentro del agua.
El Guerrero Quetzal que ves en este diseño es un reflejo de lo que he aprendido a ser. Un luchador. Un atleta que, como el Quetzal, nunca se rinde, nunca se encierra, y sigue su vuelo sin importar la altura del reto.
Este traje va para los que entrenan con alma, para los que no se olvidan de dónde vienen, y para los que entienden que cada competencia es una batalla que se pelea con orgullo.
Gracias por llevar un pedacito de Chiapas conmigo.
– Diego Montoya